Mío, tuyo y mío
Rincón alfombrado de pétalos y espinos
Donde tus pies dejaban su huella amorosa
Y mi mano alcanzaba la punta de tu sombra
El aire guardaba el hechizo lascivo
De tu alma vaporosa
Soñábamos, reíamos y desmenuzábamos el espíritu
Enredados en los rayos de las tormentas
Ciego desconocido
Como un insecto volando
Chocaste contra mi cuerpo
Y te enrollabas entre mi pelo
Capullo de tu tristeza de fuego
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